Hoy en día, conocer e identificar los tipos de quemaduras que existen puede ser la diferencia entre complicaciones severas y leves. Bien es sabido que son lesiones de la piel que, en retrospectiva, son subestimadas más allá de lo normal. De hecho, pueden desencadenar una serie de consecuencias, una más grave que la otra, con la capacidad de comprometer la vida del paciente.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, las muertes por quemaduras alcanzaron un pico máximo en 2018. Desde entonces, se contabilizan más de 180.000 decesos al año como promedio, siendo más frecuentes en regiones como África y Asia. Sin embargo, en la época reciente, países desarrollados como Estados Unidos, han venido reportando más de 3.000 fallecimientos a causa de algún tipo de quemadura.

En efecto, las quemaduras se están convirtiendo en un motivo de consulta cada vez más frecuente, con mujeres adultas como protagonistas. La incidencia es cada vez más prevalente, lo que conlleva al establecimiento de un problema de salud público, más un impacto en la economía de las personas. Por tanto, como ya explicamos, reconocerlas y prevenirlas puede minimizar ampliamente los desenlaces fatales de este contexto.

¿Cuáles son los tipos de quemaduras que existen?

Con base en los Manuales MSD, las quemaduras son lesiones de la piel y otros tejidos secundarias a la exposición térmica, radioactiva, química o eléctrica. Lógicamente, el tiempo de exposición a cada uno de esos estímulos, determinará cuán extenso será el daño. A partir de allí, la lesión resultante se puede clasificar según el grado de afectación de las capas de la piel, de la siguiente manera:

  • Quemaduras de primer grado o superficiales.
  • Quemaduras de segundo grado o de espesor parcial.
  • Quemaduras de tercer grado o espesor total.

Asimismo, para comprender mejor el grado de afección de una quemadura en la piel, es preciso saber cuáles son las capas de esta última. De ese modo, estarás mejor ubicado al momento de reconocer qué tan grave puede ser la situación.

  • Epidermis: es la capa más externa de la piel y actúa como una barrera protectora contra el medio ambiente, compuesta principalmente de queratina.
  • Dermis: se encuentra debajo de la epidermis y es más gruesa. La dermis contiene una red de fibras de colágeno y elastina, que le dan a la piel fuerza, elasticidad y flexibilidad. También alberga vasos sanguíneos, nervios, folículos pilosos, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas. La dermis desempeña un papel crucial en la regulación de la temperatura corporal y la sensibilidad táctil.
  • Hipodermis o tejido subcutáneo: es la capa más profunda de la piel y se compone principalmente de tejido adiposo y conexiones con el sistema vascular. La hipodermis actúa como aislante térmico, además de servir como reserva de energía.

Características de cada tipo de quemadura – ¿Cómo reconocer los tipos de quemadura?

Como ya vimos, existen diferentes tipos de quemaduras según la profundidad y el alcance de la lesión, lo cual predeterminará su apariencia. Por ejemplo, las quemaduras de primer grado, también conocidas como quemaduras superficiales, se limitan a la capa externa de la piel, la epidermis. En su caso, se limitan a enrojecimiento de la zona, acompañado de dolor leve a moderado.

Por otro lado, las quemaduras de segundo grado, ahora denominadas quemaduras de espesor parcial, son particulares. Ellas afectan una parte de la segunda capa de la piel, la dermis, y se pueden subdividir en superficiales y profundas. Independientemente de la que se produzca, se caracterizan edema (hinchazón), enrojecimiento, supuración, ampollas, vesículas y cambios de coloración en la piel. Adicionalmente, durante el proceso de cicatrización, se puede producir una cicatriz errática que marcará el lugar donde se originó la quemadura.

En última instancia, las quemaduras de tercer grado o quemaduras de espesor total, se extienden a través de toda la dermis y afectan incluso la grasa subyacente. En este caso, la curación se produce solo desde los bordes externos de la quemadura. Normalmente, estas lesiones son más traumáticas, con un daño severo de la piel, acompañado de necrosis, ampollas, vesículas y graves cambios de coloración. Por consiguiente, a menos que las quemaduras de espesor total sean pequeñas, a menudo se requiere un injerto de piel para facilitar la curación.

¿Qué hacer después de reconocer alguna quemadura?

Tomando en consideración las características de una quemadura, a simple vista podrás diagnosticar su severidad sin ser médico. A la par, te puedes apoyar en otros datos, como la causa de la lesión y qué tanto tiempo estuvo expuesta la persona a tal desencadenante. Así pues, cuando reúnas todos esos datos, podrás proceder a actuar. Eso sí, recuerda que la calma y la concentración son fundamentales para actuar como se debe.

  • En líneas generales, las quemaduras de primer grado pueden ser atendidas en casa, siempre y cuando el dolor sea tolerable.
  • Todo cambia para las quemaduras de segundo y tercer grado, puesto que ameritan atención médica tipo urgencia o emergencia. Dicho de otra manera, requerirá de monitoreo especializado más un tratamiento específico.

Ahora bien, si te encuentras en una situación en la que alguien ha sufrido quemaduras que involucran áreas como las manos, los pies, la cara, la ingle, los glúteos, una articulación principal o una extensa área del cuerpo, o si las quemaduras son profundas, afectando todas las capas de la piel o incluso tejidos más profundos, es importante tomar medidas de primeros auxilios mientras se espera la asistencia de emergencia.

¿Cómo prevenir las quemaduras?

Prevenir las quemaduras es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar. Para tal finalidad, mantén precaución al manipular objetos calientes, líquidos calientes y utensilios de cocina. Ajusta la temperatura del agua caliente en tu hogar y los electrodomésticos en buen estado. También es importante conservar velas y fuentes de fuego fuera del alcance de los niños, así como contar con detectores de humo y extintores de incendios en el hogar.

Como aditivo, lee y sigue las instrucciones de seguridad al manipular productos químicos y evita la exposición al sol sin protección adecuada. Prioriza y toma medidas para evitar el contacto con cables eléctricos expuestos y enseña a los niños sobre los peligros del fuego y las sustancias químicas.

En conclusión, cuando eres consciente de los riesgos y tomas precauciones en tu entorno, puedes reducir significativamente el riesgo de quemaduras. Con cada pequeño cambio que realices, podrás mantener la seguridad tanto para ti como para los demás. Recuerda que la prevención es fundamental para evitar lesiones y mantener un entorno seguro.