Empecemos con lo básico, si… El agua oxigenada (o peróxido de hidrógeno) mata bacterias, virus, hongos y una gran cantidad de patógenos gracias a que es un poderoso agente oxidante.

En función de esto, parece una gran idea aplicar agua oxigenada en un corte o lastimadura nueva para ayudar a prevenir la infección.

De hecho, este ha sido el tratamiento básico en el hogar para limpiar varios cortes y abrasiones durante casi un siglo.

Ahora bien, la ciencia nos dice que probablemente no deberías usar peróxido de hidrógeno para desinfectar tus heridas. Para comprender mejor por qué no hay que hacerlo, necesitaremos analizar qué es el peróxido de hidrógeno y cómo se las arregla para matar microorganismos.

¿QUÉ ES AL AGUA OXIGENADA QUE USAMOS PARA TRATAR HERIDAS?

Cuando aplicas peróxido de hidrógeno en un corte, esa espuma blanca y burbujeante es en realidad una señal de que la solución está matando bacterias… pero no es lo único que afecta, también esta atacado nuestras células sanas.

El peróxido de hidrógeno (H2O2) es un compuesto formado por dos átomos de hidrógeno y dos átomos de oxígeno, el cual comienza a separarse tan pronto como entra en contacto con la sangre, creando esa efervescencia característica.

Al aplicarlo en una herida, sucede lo mismo porque la sangre y la mayoría de las células vivas contienen la enzima catalasa, la cual se activa con el peróxido de hidrógeno convirtiendo a este en agua (H2O) y oxígeno (O2).

Este proceso se llama oxidación, ya que los átomos de oxígeno del compuesto son increíblemente reactivos, atrayendo y robando electrones. Con menos electrones, las paredes de las células bacterianas se dañan e incluso se rompen por completo. De este modo destruye a las células bacterianas.

Desafortunadamente, la oxidación del peróxido de hidrógeno también destruye las células sanas de la piel.

Es por esto que muchos médicos y dermatólogos actualmente desaconsejan el uso de agua oxigenada para limpiar heridas, principalmente porque se ha comprobado que ralentiza el proceso de curación y posiblemente empeora el proceso de cicatrización al matar las células sanas que rodean al corte.

¿CÓMO DEBEMOS TRATAR UNA HERIDA SIN USAR AGUA OXIGENADA?

Esto ya lo hemos analizado en el siguiente artículo: ¿CÓMO TRATAR HERIDAS?. Para repasarlo, vamos a analizar las siguientes pautas de tratamiento de heridas sin usar agua oxigenada.

Lava tus manos: Esto ayudará a evitar infecciones, así que debes tomarte el tiempo de hacerlo.

Detén el sangrado: Los cortes y raspones menores generalmente detienen el sangrado por sí solos. Pero si es necesario, aplica una leve presión con un paño limpio y eleva la herida hasta que cese la hemorragia.

Procede a limpiar la herida: Enjuaga la herida con agua y limpia con jabón la zona alrededor de la herida. Eso sí, no pongas jabón en la herida. Tampoco uses agua oxigenada ni Iodopovidona.

Enfócate en eliminar cualquier rastro de suciedad o residuos, utiliza para esto unas pinzas previamente lavadas con alcohol. Si no puedes eliminar todos residuos será necesario consultar con un médico.

Aplica un antibiótico en crema o pomada: Aplica una capa delgada de una pomada antibiótica para mantener la superficie húmeda y ayudar a prevenir las infecciones.

Cubre la herida: Aplica una venda, gasa enrollada o gas utilizando una cinta de papel hipoalergénica, al cubrir la herida la podremos mantener limpia. Si la lesión es solo un rasguño o rasguño menor, déjalo descubierto.

Cambia el vendaje al menos una vez al día o cuando el vendaje se humedezca o ensucie.

Consulta con el médico si es necesario aplicar una vacuna contra el tétanos.

Por último, mantente atentos a los posibles signos de infección. Consulta a un médico si ves signos de infección en la piel o cerca de la herida, como enrojecimiento, aumento del dolor, calor o hinchazón.